"The practice of inscribing a poem in a picture, inaugurated as early as the T'ang period (618-907), became a constant at the end of the Sung period (960-1279). The poem inscribed in the blank space of a picture (heaven) is not just an artificially added commentary. It truly inhabits the space (there is no hiatus between the calligraphic signs and the painted elements; both are done with the same brush), by introducing into it the living dimension of time. Within a painting characterized by three-dimensional space, the poem, through its rhythm and its content (which relates a lived experience), reveals the process by which the painter's thought process arrived at the picture. By the echo that it arouses, the poem extends the picture further. This is time with its lived rhythm, which is always renewed, time which maintains the openness of space". François Cheng
"La práctica de inscribir un poema en un cuadro, ya inaugurada durante la dinastía Tang (618-907), se hizo constante a partir del fin de la dinastía Song (960-1279). El poema inscrito en el espacio blanco de un cuadro (el cielo) no es un simple comentario agregado artificialmente; habita verdaderamente el espacio (no hay discontinuidad entre los signos caligrafiados y los elementos pintados -ambos son obra del mismo pincel-), e introduce en él una dimensión viviente, la del tiempo. Dentro de un cuadro marcado por el espacio de tres dimensiones, el poema, por su ritmo, por su contenido, que relata una experiencia vivida, revela el proceso mediante el cual el pensamiento del pintor tiene su desenlace en el cuadro; y por el eco que suscita, prolonga aún más el cuadro. Tiempo de ritmo vivido y siempre renovado, tiempo que mantiene abierto el espacio". François Cheng